EL EMPLEO DE LA DEFENSA POLICIAL.

Posteado por Deconsevi


Por lo general la defensa reglamentaria de la Policía es de 50 cm. de longitud y semirrígida, con  núcleo de caucho y recubierta de piel. Su núcleo lo forma un cilindro de goma o caucho que está forrado de cuero. Posee una empuñadura del mismo material y, a unos 15 cm., una cinta de material de cuero que se sujeta a la muñeca, para impedir su apoderamiento por parte del sospechoso.

El empleo de la defensa policial.

La defensa está diseñada como elemento de protección e intimidación, ante un ataque o situación de riesgo. El objetivo del golpe es que sirva como medio, no como fin, por lo que los impactos irán dirigidos a zonas no vitales del cuerpo.

Su utilización puede suponer el desarmar al agresor y eliminar su resistencia o ataque; su simple exhibición, o acto de empuñarla, coacciona al agresor o identificado, limitando sus intenciones agresivas.

Numerosas sentencias del Tribunal Supremo estiman que el uso de la defensa, por parte FFCCSS, es completamente legal, siempre que se den las siguientes circunstancias:

1. Que la actuación del sujeto sea propia de su función.

2. Que esta función sea lícita y la ejerza con los requisitos legales y reglamentarios.

3. Además, para acudir a las vías de hecho, que se le  plantee al sujeto activo una situación de violencia.

4. Que los medios empleados sean racionalmente proporcionados.

5. A ello hay que añadir, obviamente, que el sujeto actúe en un ámbito privado para llevar a cabo la acción.

6. Que la agresión y la respuesta guarden una proporcionalidad.

Golpes que debemos evitar.

Es difícil concretar, de una forma determinante, cuáles de los golpes que se pueden efectuar con la defensa son o no prohibidos, dependiendo su utilización de una serie de circunstancias específicas en  cada caso; de forma general, se pueden admitir como prohibidos, o con alto riesgo de producir lesiones irreversibles, los siguientes:

1.- Golpes dirigidos a la cabeza de forma contundente;  sobre todo, si son efectuados con la empuñadura.

2.- Golpes sucesivos contundentes efectuados en el suelo y una vez que el agresor ha depuesto su actitud.

3.- Golpes efectuados cuando el agresor ha sufrido la pérdida del conocimiento.

4.- Ataques incontrolados a órganos como el hígado, el bazo, riñones o genitales.

Muy Importante:

Utilizar la defensa sólo en graves situaciones de riesgo, alteración del orden público y, una vez controlada la situación, cesar en su uso, evitando  lesiones de carácter grave o de abuso de superioridad o autoridad.





Comentarios cerrados.