Información DECONSEVI, 2.0.0
Posteado por salva el lunes 21, Jun, 2010Cuando nos remitáis un correo con el propio programa DECONSEVI, nos tenéis que informar de vuestro email, sin esta información no os podemos contestar personalmente.
Gracias.
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gestionpolicialocal@gmail.com
Desde aquí muchas gracias.
Hola compañeros.
En este vídeo que os presentamos podemos ver como un «Friky», nos ayuda a comprender los efectos de tres armas no letales que perfectamente puede adquirir cualquier ciudadano en tiendas especializadas.
Las armas que nos presenta son:
* Spray defensivo de pimienta.
* Arma eléctrica.
* Una pistola parecida a un Taser.
Espero que os sirva de algo el sacrificio del «Friky».
A mi juicio no deberíamos diferenciarnos en nada con el resto de los ciudadanos por razón de nuestro trabajo, pero de la teoría, a los hechos existe un gran abismo que entre todos hemos originado, y cuando digo “todos”, me refiero a nosotros y a los ciudadanos.
Todos estaremos de acuerdo, el ser policía es un trabajo realmente difícil y complicado de desempeñar. En mi trayectoria profesional me he encontrado en numerosas situaciones difíciles de solucionar, las personas te miran, observan tus gestos, tus señales, tus indicaciones y creen que tienes la solución de todos los problemas que te rodean, pero tú sabes que no es así en muchas ocasiones, pero a la vez debes dar la sensación de control en todos los escenarios. Recuerdo que una vez le comenté a un actor de la serie de televisión Plaza Alta (1998-99 – Canal Sur TV), que los mejores actores del mundo eran los agentes de Policía, y él me preguntó “¿Porque haces esa afirmación?”, mi respuesta fue inmediata; estamos todos los días que trabajamos ocho horas actuando, por tal motivo tenemos mucha experiencia.
Imaginaos esta situación; Salimos de casa con la cabeza llena de problemas “el niño ha traído cuatro suspensos; por tal motivo has discutido con tu mujer, la hipoteca te ha subido 120 Euros”, pero tú te diriges al trabajo, te cambias en el vestuario, coges tu arma, miras la hoja de servicio, y sales a patrullar por la zona asignada “que dicho sea de paso, no es la que más te gusta”, de pronto salta la radio y te ordenan ir a la Avenida Tal y Tal, que hay dos conductores discutiendo por un accidente de tráfico sin heridos. Llegas al lugar, y ambos conductores están enfrascados en una discusión que para ti es absurda, ya que tienes tan claro quien es el responsable, que no merece la pena la discusión que tienen esas dos personas. Lo ves; ya has dejado tus problemas familiares atrás, y empiezas a actuar. Primero haces callar de forma educada a ambos conductores, intentas imponerte de forma respetuosa para que te escuchen, les convences para que se den los seguros y los datos en el parte amistoso (aunque no lo quieran firmar), realizas un estadillo de campo para la Jefatura, y todo solucionado en 40 minutos. No me digas que no has actuado como un gran actor de un teatro de Broadway.
A eso me refiero cuando os comentaba que existen diferencias entre nosotros y los ciudadanos a los cuales servimos, y a mi criterio estás son:
1.- La gente de a píe nos trata de forma distinta y diferente por ser agentes de la autoridad, incluso cuando no estamos trabajando. Cuando ocurre un problema y estamos fuera de servicio, si alguien nos reconoce como policía, empiezan a mirarte, a susurrar “ese hombre es policía”, y desean o más bien creen que debemos actuar en todo momento. Pero debes de estudiar la situación, y después actuar en consecuencia, busca el equilibrio y piensa en las posibilidades de existo y fracaso que puede generar tu acción.
Os voy a poner un ejemplo. Vas solo por la calle con tu hijo de dos años, y a escasos cinco metros de ti un delincuente conocido le da un tirón a una mujer de 60 años, ésta cae al suelo, y el delincuente huye con el bolso. ¿Que harías?…
2.- Está demostrado que el trabajo de policía deshumaniza y nos cambia el carácter de forma negativa para hacernos más irritables, esto es debido a la gran cantidad de problemas a los que nos enfrentamos en nuestra vida laboral unidos a los privados, intenta desconectar ambas vidas. Ya se, es muy difícil, pero por lo menos inténtalo.
3.- No somos militares, pero nuestra estructura jerárquica nos hace rozar esa situación. Las organizaciones policiales jerarquizadas exigen un gran sacrificio del individuo por el bien de la sociedad. El individuo es un objeto en beneficio del grupo, en las estructuras policiales la atención se centra en el castigo a la persona si no se atiene a las normas establecidas. Solo se valora a la persona como parte de la maquinaria. Incluso si el agente realiza una acción individual en ayuda de la población, los problemas que le ocasiona pueden ser superiores a la satisfacción personal del trabajo bien hecho.
Todos estos argumentos pueden afectar a la salud mental del oficial, pudiéndole producir estrés o ansiedad.
4.- Trabajar en turnos es una situación laboral normal en todas las estructuras policiales. El cambio de horario en los turnos es una condición muy exigente en la vida de los agentes, a todos nos gusta tener rutinas preestablecidas para comer, para dormir, para nuestros hobbies, etc. Todos estos argumentos los cuales se alargan en el tiempo, afectan gravemente a nuestro equilibrio físico y mental. Y sobre todo el estamento que más sufre es la familia.
5.- La camaradería puede ser una navaja de doble filo. Por un lado el equipo, y fomentar la unidad nos lleva al espíritu policial, también la fraternidad ayuda a los agentes a sentirse seguros y además toman el apoyo necesario en situaciones peligrosas. Asimismo nos estimula en el sentido de pertenencia a un equipo que está contigo.
Pero, no todo es una panacea dentro del estamento policial, existen muchos puntos de rotura los cuales pueden dar una visión negativa de nuestro cuerpo, pero todo se puede solucionar con la comunicación y la flexibilidad.
6.- Necesidad de tener un control emocional constante, este trabajo requiere una moderación extrema en situaciones altamente emocionales. Si estás muy excitado por la situación que estás viviendo, debes de calmarte. Muchas situaciones emocionales consecutivas pueden provocar una gran fuga de energía, esto puede hacer que hasta el oficial más fuerte mentalmente pueda agotarse para la actividad policial, e incluso social.
7.- Cuando se pasa gran parte del día con delincuentes que no merecen nuestra confianza, tendemos a sesgar las opiniones del ciudadano normal, también a desconfiar de él, a ser cínicos, a tener una visión crítica del mundo, por lo que se nos hace muy difícil creer en las intenciones positivas del ciudadano.
8.- En algunas ocasiones confundimos el mundo real con el familiar, provocando demasiada rectitud e imponiendo muchas normas a nuestros hijos, lo que puede incitar a nuestros progenitores a revelarse hacia la autoridad del padre, conversa con él; pero no olvides nunca que no eres su “coleguita”, sino su padre.
Estas pueden ser alguna de las muchas diferencias que existen entre un ciudadano normal y un agente de policía.